En los años 60 los hippies eran los abanderados de la contracultura. Luchaban contra el conformismo y la burguesía alienante. Eran los antisistema de su época, denunciando los abusos del capital y la empresa. Eran los defensores del individualismo, la libertad, la imaginación y la vitalidad. ¿Y qué pasó con ellos? Fueron asimilados por el sistema. Su ideario fue ignorado y ninguneado, mientras sus iconos contraculturales pasaban a formar parte del sistema capitalista. Ahora la cara del Che Guevara está estampada en las camisetas de niños bien, mientras que el símbolo hippie de la paz es una joya en colgantes de niñas pijas. Los hippies pasaron de fumar porros a ser usados por la industria publicitaria para anunciar Pepsi y Coca-Cola. Y la malvada industria se apropió de sus formas y apariencias. El mejor ejemplo es Apple. Los de Apple siempre se han vendido como “alternativos” o “diferentes”. Su lema era la proclama hippie “Think different”, pero ahora todos sabemos que Apple y Microsoft la misma mierda son.
Una vez los hippies fueron asimilados y normalizados se volvieron inofensivos e insignificantes, hasta el punto de desaparecer por completo. Es por eso que yo odio tanto la tan fabulosa normalización. Nos han vendido la moto de que normalizándonos todo sería mejor, cuando sería justamente lo contrario. La normalización sería el principio del fin del frikismo. Está claro que los frikis no pueden compararse con los hippies, pues no existe un ideario friki, o una ideología asociada al frikismo, e incluso alguno dirá que en realidad lo friki está vacío de mensaje, pero al menos seguía siendo un pequeño reducto de imaginación frente a las fuerzas opresoras del capitalismo y el mercado que quiere cuadricular la mente de sus consumidores. Ser friki te hacia un poquito diferente y un poquito especial. Ahora ya ni eso. Los frikis serán asimilados y se convertirán en otra pieza más de la cadena de montaje de la industria capitalista, consumista y gris.
¡Normálizate puto friki! ¡Viste traje y corbata gris! ¡Sí tú! ¡Te señalo a ti! |
¿A nadie más que a mi le aberraba ver a Snoopy anunciando seguros para el coche? Imaginad lo que nos depara el futuro: Spider-man te anuncia la nueva hipoteca Vengadores y La Masa te recomienda un seguro del hogar anti-hulks, por si acaso. El mensaje es claro: endéudate, consume, sé una pieza más de la sociedad. Normalízate. Deja que los ultracuerpos te asimilen. Conviértete en un zombi sin criterio delante del televisor y deja que otros decidan por ti, que te digan que tienes que comprar, que tienes que vestir, que tienes que pensar y que tienes que votar…y sobre todo no leas.
La normalización apesta. Cagate en Spider-man con los pañales Marvel. |
Normalización es asimilación. Normalización es domesticación. Parece que esta sociedad en la que vivimos te permite ser rebelde y diferente mientras seas joven. El individualismo es cosa de adolescentes. Pero pasada cierta edad tienes que asimilarte a la sociedad. Y si no puedes asimilarte, la sociedad lo hará por ti absorbiendo tus iconos y preferencias. Les pasó a los hippies en los 60 y les pasó a los punkis en los 80, ahora el símbolo de la anarkia solo sirve para vender posters, camisetas y chapas. Y ahora le toca a los frikis. En realidad no se puede pensar diferente. La sociedad ya se encarga de eso.
Cthulhu antes de la normalización:
Inofensivo e insignificante. |
Y lo que más odio de todo es cuando algún memo me suelta: “lo friki está de moda”. Odio especialmente esa frase. La moda es pasajera. Lo que está de moda hoy pasará de moda mañana. La moda no es más que un invento de los grandes almacenes para que un puñado de tontitas sin criterio se vean obligadas a cambiar por completo su fondo de armario cada temporada. Gastándose un pastizal en el proceso, claro… la rueda del consumo gira y gira.
Yo no quiero que los superhéroes estén de moda. Yo quiero que los superhéroes sean ajenos a modas pasajeras y que sean algo intemporal. Y lo mismo para la ciencia-ficción o la fantasía heroica.
Se puede decir más alto pero no más claro.
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