sábado, mayo 14, 2022

¿Por qué Komi-san no puede comunicarse?

Komi-san no puede comunicarse. ¿Por qué? ¿Qué le pasa? ¿Por qué no habla? ¿Acaso es tartamuda? Si fuese tartamuda todo sería mucho más entendible. No hablaría por culpa de su tartamudez. Simple. Pero no es así. Es cierto que Komi tartamudea cuando se bloquea, pero la verdad es que, cuando quiere, habla perfectamente. Y si ella quisiera hablaría por los codos. Komi puede hablar. De verdad. Y Komi desea comunicarse. Pero algo se lo impide. ¿El qué? ¿Qué es lo que le pasa a Komi? La respuesta simple que te darán por internet es que Komi padece de un trastorno de la comunicación real conocido en Japón como Taijin Kyofusho, también conocido como desorden de las relaciones sociales. Enfermedad única de los nipones, que solo puede darse en un país como el del sol naciente, donde la presión social es tan extrema, que acaba generando en las personas estrés y ansiedad por miedo al rechazo. El miedo a convertirte en un paria social termina por volverte una persona antisocial con miedo a hablar. En serio. Tan alucinante como suena. El problema de esta explicación es que el trastorno de Komi es tan único y tan personal que ni tan siquiera me encaja con el síndrome del Taijin Kyofusho. ¿Por qué pienso esto? Pues porque en Japón las personas que viven con este trastorno evitan socializar a toda costa y acaban volviéndose hikikomoris. Y los hikikomoris, a pesar de su aislamiento autoimpuesto, son perfectamente capaces de hablar con sus familiares, pues su vida depende de ello. Su vida real, no su vida social. Si un hikikomori no habla se muere de hambre. Punto. Pero es que Komi no habla. Con nadie. Punto. Ni siquiera con sus familiares más directos. ¿Qué Diablos le pasa a Komi para estar tan callada? Sabemos que Komi no es autista por lo que el autismo también queda descartado. ¿Pero qué diablos le pasa a Komi, maldita sea?

Calladita estás muy guapa.

Lo que padece Komi es algo extremo y único. Un Taijin Kyofusho, agravado con mutismo selectivo, pero con deseos de socializar. Algo tan exclusivo e individual que solo puedo catalogarlo a partir de ahora como trastorno de la comunicación social y relacional de Komi. ¿Y qué es lo que ha causado este trastorno y por qué solo lo padece Komi? Esta es la pregunta del millón de dólares y para poder responder a este enigma (el enigma Komi) he desarrollado una teoría, pero que es tan enrevesada que ni yo mismo la entiendo exactamente. Por esta razón he decidido poner mis pensamientos por escrito. Para ver si soy capaz de aclararme y poner en orden mis ideas. Y puesto que tengo un blog abandonado y muerto de la risa, pues aprovecho y actualizo el blog. Ni que decir tiene que mi escrito de hoy va a ser largo y complicado. Mucho texto. Si no te gusta el “mucho texto” pírate y busca respuestas sencillas en otro lado. ¿Ha quedado claro? ¿Sí? Empecemos.

¿Komi- san no puede comunicarse?

Antes de empezar con el tema de Komi permitidme desvariar un poco y explicarme. Mi teoría no es una tontería que me haya sacado de la manga (o del mango). Es algo que desarrollé en su momento para poder explicarme a mí mismo el comportamiento de otro personaje de anime que a mí de verdad que me parecía una verdadera marciana de chica. Les hablo de Akira Oono del anime de Netflix Hi Score Girl. Lo de esta chica es extremo. En comparación Komi-san es una maestra de la comunicación y la sociabilidad. Los fans de Komi celebran con júbilo y regocijo cualquier instante del anime en el que Komi le diga dos palabritas a Tadano. Y por supuesto los fans no se contentan solo con esto. Ansían más. Más palabras de Komi, muchas más, como el desierto ansía la época de lluvias. Prácticamente celebran una fiesta en las redes sociales cuando Komi es capaz de pronunciar una frase completa. Bueno, pues ahora imaginad un anime en el que Komi-san no hablase nunca. Pero nunca, nunca, nunca. Nada de nada. Ni media palabra. Muda. Muda total.

Pedazo de bajonazo. ¿Verdad?

Bla, bla, bla.

Pues exactamente así es el personaje de Akira Oono. Y para poder entender a este personaje tuve que ponerme a investigar a la sociedad japonesa y de verdad que me topé con un mundo alucinante. Pero alucinante de complejo e incomprensible para la mentalidad occidental. ¿Por qué no habla Akira Oono? Pues porque Akira Oono, la Hi-Score girl, no ha sido criada por sus padres. Ha sido criada por una tutora o institutriz y solo ha convivido en su infancia con un mayordomo, que a su vez le ejerce de chofer. Una chica de clase alta que ha sido criada por plebeyos. Y en Japón los plebeyos y sirvientes hablan un idioma completamente diferente al del resto de la sociedad. La Hi score Girl no hablaba con sus compañeros de clase porque no podía hablar con ellos. Y no podía hablar con ellos porque hablaban idiomas diferentes. Como suena.

Alucinante, pero cierto.

Prosigamos con mis divagaciones.

Los Honoríficos. Los puñeteros honoríficos. Los diferentes niveles del lenguaje honorifico.

Hablemos de una vez del puto lenguaje honorifico.

Y una vez más, permitidme divagar y desvariar otro poco más.

Os voy a contar la historia del gaijin que quería vivir en Japón. Como si fuera un cuento. Érase una vez un gaijin flipado del anime, cuyo sueño era vivir y trabajar en Japón. Por eso se puso a estudiar mucho japonés, pero mucho, mucho, hasta el punto en que él creía que había logrado dominar este idioma. El gaijin tuvo suerte y finalmente consiguió trabajo, con su correspondiente visado de trabajo, por lo que se mudó a Japón, con intención de comenzar una nueva vida. Y este buen gaijin entró en un banco japonés, muy japonés y mucho japonés, para contratar una hipoteca en yenes para poder comprarse una casa la mar de cuca y la mar de japonesa. Y el buen gaijin, sin comerlo ni beberlo, se topó con la bruja mala del cuento. La empleada de banco. Que puso al gaijin en su sitio y le demostró que no tenía ni puta idea de hablar japonés.

Porque la empleada del banco hablaba el puñetero keigo. El puto keigo de los cojones. Y el gaijin no era fluido en keigo, por lo que no pudo contratar la hipoteca y tuvo que volverse por donde había venido. Colorín colorado. Este cuento no me lo he inventado. Y no me lo he inventado porque se basa en hechos reales. Así me lo contaron a mí y así os lo cuento yo a todos vosotros para que entendáis lo absurdo de la sociedad japonesa.

Prosigamos, y hablemos, por fin, del puto lenguaje honorifico de los cojones.

¿Qué es un honorifico? ¿Qué es el lenguaje honorifico?

En España los honoríficos son calificativos en desuso y que son algo prácticamente medieval. De tiempos del medioevo. En España absolutamente nadie usa el “vuecencia” o el “vuesa merced”. Como mucho usamos el “caballero” para ser correctos y corteses, a pesar de que en las ciudades ya nadie tenga caballos. Pero nadie, nadie. De hecho, si alguien por la calle te llama “caballero” sales pitando para evitar que te endosen un seguro del hogar o una alarma de la casa. No me imagino a un millennial usando honoríficos. Ni siquiera vestido de traje y corbata. Lo de los honoríficos suena a rancio y a fachoso (fachoso de facha). Bueno, pues resumiendo, y para que os enteréis, si en Japón no dominas los honoríficos no eres nadie. No eres ni persona.

Para no enrollarme más a este respecto. Os diré que el mal uso de los honoríficos y el uso incorrecto del keigo suponen una falta de respeto. Y una falta de respeto en Japón es lo mismo que una ofensa o un insulto. De hecho un uso erróneo e inadecuado del keigo puede llegar a ser más insultante que una mala palabra o que una grosería. Y volviendo al tema del anime, resulta que Akira Oono fue adiestrada en el uso del Keigo de, o bien la clase alta o clase pudiente, o bien el keigo de los sirvientes, lacayos y criados. Pero no en el keigo de la clase media o clase funcionaria. Y es por esto que Akira Oono no hablaba con sus compañeros de clase. Para no insultarlos. O para no parecer una estúpida. ¿Entendido? ¿Comprendido? ¿Todo correcto? ¿Todo bien chavalada? ¿Hemos llegado hasta aquí? ¿Nadie se ha perdido?

Bueno pues mi teoría al respecto de Komi Shouko es que sufre de exactamente el mismo problema que aquejaba a la pobre Akira Oono. Pero para que esta teoría fuese cierta, entonces Komi Shouko no tendría que haber sido criada por sus padres biológicos, si no por una institutriz. Y aunque esto último no se cuente ni en el anime, ni en el manga. Yo creo de verdad de la buena que esta es la respuesta al enigma de la chica calladita, paradita y mudita que tanto nos encandila.

Y mi opinión es que el mangaka de esta obra nos está contando exactamente esto mismo, a través de sutiles pistas que se encuentran en el propio manga. De hecho, podría proseguir contando mucho al respecto. Pero creo que lo voy a dejar para otra ocasión...

Resumiendo mi teoría. El problema de Komi no es un problema de comunicación en el sentido de que no pueda hablar. Es un problema de incomunicación debido a que Komi habla un idioma que es diferente al del resto de sus compañeros de clase. Se siente como Bill Murray en Lost in Translation. Un extraño en tierra extraña. El problema es que Komi es japonesa, no es extranjera, pero se siente como una extraña en su propio país. Y de verdad de la buena que el manga te cuenta esto a través de la propia Komi cada vez que Komi le pregunta a Tadano en la pizarra como debería hablar con sus compañeros de clase. E insisto en que puedo desarrollar todavía mucho más toda esta teoría. Pero el problema es que tengo que soltaros todavía otro rollo interminable y todavía tengo que aclarar mucho más mis ideas, porque para mí el verdadero interrogante no es si Komi se puede comunicar o no. La cuestión imperante a resolver, para mí, es otra bien distinta...

Para mí, ahora mismo la pregunta que tengo que responder, el enigma que tengo que solucionar para que finalmente todas las piezas encajen, la cuestión que más me acucia, es esta:

¿Es Komi-san una princesa? ¿Habla Komi-san un idioma diferente porque podría pertenecer a la nobleza o a la realeza? Ahí os dejo eso.

つづく

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