Me estoy poniendo al día con el género Isekai y estoy
aprovechando para verme unos cuantos anime isekai disponibles gracias
al amplio catálogo de anime de Netflix y...
¡Buuufff!
No Game No
Life.
Apenas he visto dos episodios y ya me está dando una pereza
perrera de la muerte continuar con la serie...
A ver, es isekai, sí. Aquí no tengo las dudas que tenía con
Sword Art Online. Aunque inicialmente ambas series puede que parezca que tienen
más de un punto en común, difieren en un detalle básico. En SAO el protagonista,
en realidad, no viaja físicamente al otro mundo, es solo su consciencia la que
se queda atrapada en el mundo del videojuego, y tan solo en el primer arco argumental, mientras que, en el anime de
No Game No life, ambos protagonistas viajan físicamente, en cuerpo y alma, a otro
mundo que podría estar dentro de una computadora o no. Es Isekai sí o sí.
¿Entonces por qué me está dando tanta pereza una obra claramente isekai cuando
estoy intentado ponerme al día con el género?
¡Pues por el maldito fanservice! ¡Por eso! ¡Brrrrr!
Parece mentira, pero ya me había olvidado de que hubo una época
en la que los animes eran solo puro fanservice para otakus viciosos y nada más.
¿Por dónde empiezo?
El protagonista es un neet, que mayormente vendría a ser lo
que aquí llamamos nini (ni estudia ni trabaja) pero que a pesar de que el prota
es un gandul que solo sabe jugar a videojuegos, resulta que cuenta con la
adoración incondicional de su hermanita pequeña de 11 años. Una imouto de
libro, que aunque parezca mentira, fue algo que se puso muy de moda en el anime
de la década pasada, siendo Oreimo su
principal exponente. Fijaos si estaba de moda el tener un personaje imouto en
tu anime, que hasta Sword Art Online cuenta con su propia hermanita que adora
al prota. ¿Por qué Leafa no me molestaba en SAO? ¡Pues porque en SAO la
hermanita menor de edad no anda por ahí enseñando las bragas! Que esa es
otra... panchira, más fanservice gratuito. Una niñita pequeña enseñando las
bragas a las mínimas de cambio y sin venir a cuento. Y claro... ¡las bragas son de rayitas azules y
blancas! ¡Cómo no! ¿Me olvido de algo más? ¡Pues sí! Oppai, oppai, muy oppai y
mucho oppai. (¡Niño! ¿En qué idioma hablas? ¡Pues en neo-lengua otaku, señora!).
Las oppai abundan en No Game No Life y hasta te sacan una repetición con las
mejores jugadas a cámara lenta al final de cada capítulo. ¿Y qué decir del
diseño de personajes? Si es que la hermanita parece Konata de Lucky Star
calcadita tal cual. Moe y Kawaii hasta la náusea. ¡Buagh! Y eso que en su tiempo hasta me gustaban estas
tontunadas, pero es que hubo un momento, en el anime, en que llegamos a tal
saturación de fanservice que me harté y tuve que darme un respiro para no
desarrollar un ataque agudo de lolicon (cosa muy mala para mi edad, e impropia
de gentes de castellana cuna) y yo ya no estoy a mis años para loliconitis.
En fin... que parece mentira, pero gracias a la moda del
isekai conseguimos que todo esto se haya convertido en un mal recuerdo.
¡Ojo! Que no estoy diciendo que el Isekai no cuente con sus
propios clichés y su fanservice peculiar y particular del que no te libras ni
te librarás. ¿Ejemplo? La elfa rubia y tetona.
Los que en su día jugamos al rol asociamos a la raza elfa con
entes andróginos de gran belleza pero de pocas curvas. Seres ahusados y esbeltos
de orejas puntiagudas y aspecto frágil. En todos los mundos de fantasía de aquí a
Mordor... excepto en los animes. En los
animes de fantasía las elfas son todas rubias y tetonas. Y con unas tetas que
podrían alimentar a toda una guardería de niños escuálidos somalíes y parte de
otra guardería de niños refugiados sirios...
Fanservice gratuito a saco. |
¡A mi la que me mola es Yuri Alpha! ¡Contigo no, Bicho! |
No Game No Life está disponible actualmente en el catálogo
de Netflix.
Las dos primeras temporadas de Sword Art Online están
actualmente disponibles en el catálogo de Netflix.
Y la elfa rubia tetona de antes la puedes disfrutar ya en
Crunchyroll. ¡Adivina el nombre del Isekai!
XD
Editado: ¿Qué cuanto fanservice me estaba perdiendo? Pues todo. Todo y más. No Game No Life es lo puto peor: Una niña con braguitas en la cabeza, la chica mascota con collar de perro, una chavalita con un par de alas saliéndole del culo, la chica mascota pero ahora desnuda y llevando tan solo un delantal de sirvienta, la nekomimi de rigor, la chica mascota sin braguitas, la escena del baño, la niña pequeña manoseándole las tetas a la chica mascota... en fin. Todo y más. Y no te meten más fanservice porque no tenían más capítulos...
Lo gracioso es que se supone que No Game No Life te cuenta una historia, se supone, y entre fanservice y fanservice pues resulta que hasta pasan cosas y todo. De hecho llegué a convencerme a mí mismo de que la historia era interesante y que debía de estar basada en una novela ligera escrita por Nisioisin, pues algunos aspectos de la trama me recordaban a cierto manga de Nisioisin de cuyo nombre no quiero acordarme (hablo de los juegos de lógica y tal). Pero no. No es de Nisioisin. La obra es de un tal Yuu Kamiya del que no había oído hablar en mi vida... y del que no quiero tener más noticias.
No Game No Life no cuenta con segunda temporada. ¿Por qué será?
Lo dicho. No Game No Life es lo puto peor... y encima no cuenta con suficientes maids guerreras.
Leafa. Tela con el nombrecito...
ResponderEliminarLeafa.
EliminarPor cierto... un consejo. Nunca buscar en google elfa tetona o culona que las imágenes que te encuentras no son apropiadas para poder subirlas luego a tu blog.
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