domingo, noviembre 06, 2005

A Yukito Kishiro se le fue la olla.


Ansioso estaba por hacerme con este número 13 de Gunm Last Order para descubrir al fin y de una vez por todas, todo el pasado secreto de Alita. ¿Qué misterios nos serían por fin revelados acerca de la pequeña y letal cyborg de los labios de pulpo? En el número 12 nos habían dejado colgados en lo más interesante. Alita (o Gally si lo prefieren) había logrado infiltrarse por fin en la ciudad espacial de Jeru y en uno de sus pasillos había recuperado parte de su memoria perdida. A modo de flashback pudimos contemplar como Alita masacraba, mutilaba y destrozaba salvajemente y sin piedad a una docena de soldados, para luego disfrazarse con un atuendo de inocente doncella francesa, para pasar desapercibida, suponemos, tras la degollina montada. En esas estábamos, cuando repentinamente nuestra protagonista era atacada por un oponente invisible conocedor de las técnicas secretas del Panzer Kunst, olvidadas hace 200 años. Recordemos que hasta la fecha Gally era la única practicante conocida de este arte marcial. ¿Quién era este personaje? Pues nos quedamos con las ganas porque con el número 12 se terminaba la limited. ¡Los de Planeta nos habían dejado en lo mejor!¡No aguantaba la espera! Y cuando por fin pude poner mis aviesas garras en este número 13 que tenía que habernos contado la historia definitiva de Alita... ¿con qué me encuentro? ¡Con payasos!¡Precisamente payasos!

En el mundo postapocalíptico y cyberpunk inventado por Kishiro podría haberme esperado de todo. Cualquier cosa. ¿Mutantes asesinos? Ningún problema. ¿Vampiras espaciales? Bueno... valeeee... podemos aceptarlo. ¿Pero payasos? ¡Eso sí que no!¡Ya le vale! Por si no fuera suficientemente malo con un solo payaso, Kishiro va y nos saca a todo el circo: Saltimbanquis, faquires, mimos e hipnotizadores de pacotilla. ¡La madre que lo parió! Vale que los payasos de Kishiro son chalados cyborgs dementes y asesinos, pero no por eso dejan de resultarme menos... menos... ¡payasos!¡Aunque lleve una Uzi un payaso no deja de ser un payaso!¡Una ridiculez! Pero agárrense, que tenemos más. El tipo tan misterioso que amenazaba a Alita resulta que es un cyborg con aspecto de simio que usa el terrible ataque de los mocos bomba. ¡Cómo lo oyen!¡Moco-bombas! ¡Hay que joderse! Tiene el letal Panzer Kunst, capaz de emitir una onda de shock que podría reventar el cuerpo cibernético de Gally y va el tipo usando bombas del tamaño de un moco. ¡Menuda decepción! Yo que me esperaba algo así como el combate definitivo...

En fin, otra vez será. Que el manga continúa en Japón. Esperemos que James Cameron ignore todo el material de este Gunm Last Order a la hora de escribir el guión de la adaptación al cine de la historia de Alita, por el bien de su futuro rendimiento en la taquilla.

Sinceramente, no lo entiendo. No entiendo que le ha pasado a Kishiro. ¿Para esto resucita la serie? La única explicación lógica es que se haya hartado de su personaje de más éxito y quiera cargárselo, tal y como ha hecho Uderzo con Asterix con su último tomo. O eso, o que a Kishiro se le ha ido definitivamente la olla.

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