viernes, julio 22, 2022

El precio de destruir franquicias.

Fijaos en este video de YouTube. Es el video de un fan paseándose por la San Diego Comic Con de este año 2022, grabando un montón de expositores con figuras coleccionables de múltiples franquicias amadas y veneradas por los frikis. El video es de una hora de duración, pero no hace falta vérselo entero. Con echarle un vistazo de unos veinte minutos basta y sobra. ¿Qué es lo que vemos expuesto? Mucho superhéroe musculoso. Mucha superheroína en pose sexy o sugerente. Y muchos alienígenos, robots y naves espaciales. ¿Cuánto cuesta todo esto? ¿Quién se lo compra? Pensadlo bien, por favor. Reflexionad. Cada una de estas figuras es una pequeña obra de arte. Son piezas de coleccionista. Y piezas muy caras. Una sola de estas figuras puede costar perfectamente varios cientos de dólares. Y si acudes a la Comic con pensando en comprarte varias de estas, perfectamente puedes gastarte varios miles de dólares. Si sumamos todo lo allí expuesto, estaríamos hablando de millones. Millones de dólares. Parece mentira, pero todo esto del frikismo es un negocio. Y un negociazo, si lo piensas bien. Puesto que estas figuras en realidad son solo cachos de plástico. No te están vendiendo oro, plata o platino. Plástico a precio de oro...

Y ahora volved a echarle un vistazo al video y fijémonos en lo que falta...

¿Qué falta? Ni rastro de los supermemos del especial del día de los giliorgullosos. Ni rastro de los superespecialitos de la banderita colorinchis. Ni rastro de diversidad, o representatividad o multiculturalidad. Como mucho he llegado a ver a un par de personajes asiáticos y a otro par con la piel morena. Pero no parecen afrodescendientes. Solo morenos que pueden ser o no ser de determinada etnia, que puede que sean latinos o puede que no. ¿Afrodescendientes? Pantera Negra, Miles Morales con su traje de Spider-man, Falcón con el escudo del Capitán América y para de contar. Los pieles verdes no cuentan. Lo de piel azul tampoco. Los aliens y robots no representan a nadie en la Tierra. Que yo sepa, por el momento. ¿Dónde carajos está Ciborg o la Batwoman lesbinegra? Ni rastro o quizás es que no estaba prestando suficiente atención al video.

¿Quién se compra todo esto? Coleccionistas que aman la franquicia y que cuentan con un alto poder adquisitivo. Gente de mucha pasta que de verdad ama a estos personajes. Y me consta que esas cosas se venden. No se quedan criando polvo. Cierto que muchos las compran para especular y revenderlas luego. Pero vender se venden. ¿Y qué piensa la gente que compra estas figuras como inversión? Qué en el futuro podrán vender estas exclusivas piezas de coleccionista al doble o al triple de su precio original. Nadie compra una figurita como inversión pensando: “¡Guau! ¡A lo mejor dentro de diez o veinte años esta figura sigue valiendo lo mismo o incluso menos! ¡Fijo que pierdo dinero con este hobby idiota!”

¿Van pillando por donde va este asunto?

Si de golpe y porrazo los fans consideran que una franquicia se ha ido a la basura, de repente todas estas valiosas piezas de coleccionista se convierten en desperdicios. Si absolutamente nadie compra nada de nada de lo expuesto en la Comic Con, de repente, toda esta valiosa mercadería no es nada más que un inmenso montón de inútiles cachos de plástico, que no sirven para nada. Ni para decorar estanterías sirven. Y no es algo que yo me esté inventando. Ya lo he visto antes. En Japón. Sucedió con la franquicia de Suzumiya. Un día Suzumiya era la diosa de los otakus. Pero cuando digo diosa, lo digo en serio. Era una deidad. La adoraban. Y un día, en un aciago mes de un verano interminable, los trolls de KyoAni, nos la jugaron a todos, bien jugada, con el nefasto Agosto infinito. ¿Qué hicieron los fans japoneses? Tiraron su figuritas a la basura. Destruyeron sus colecciones. E hicieron público y notorio su disgusto a través de las redes sociales. ¿Qué fue de Suzumiya? Muchos de los otakus de ahora que coleccionan Kimetsu no Yaiba o My Hero Academia, posiblemente no hayan oído hablar en su vida de Suzumiya o de su importancia dentro del otakismo. Suzumiya lo tenía todo. Pero por culpa de las trolleadas de KyoANi su anime se convirtió en odioso a ojos de los fans... Y ya nunca más se ha vuelto a saber de ella. Hasta el punto de que a día de hoy todavía estoy esperando al anuncio de la tercera temporada del anime y ni rastro... (De la tragedia que sufrió Kyoto Animation con posterioridad, prefiero no hablar, pues me gustaría pensar que el criminal que cometió aquella atrocidad no lo hizo por Suzumiya y solo era un perturbado delirante, cuyas acciones criminales no estaban relacionadas en absoluto con la diosa del otakismo. Y de hecho considero que tratar de vincular al criminal y sus actos con el fandom de Suzumiya no es más que una vil calumnia. Una de muchas.).

¿Son conscientes Disney, Netflix o Prime Video de que podrían estar cerca de la debacle vivida por Suzumiya? (Aclaro: La debacle vivida en el coleccionismo de la franquicia. No mezclemos churras con merinas. Que nadie intente acusarme de que trato de incitar a que los fans de Marvel deberían de prenderle fuego a Disney. Todavía no he llegado hasta ese punto de odio. Me conformo con que Disney quiebre y tenga que vender Marvel, Pixar y Lucasarts). Si eres dueño de una franquicia millonaria, lo que menos deseas es espantar a toda esa gente podrida de pasta que está dispuesta a comprar tus muñequitos. Y lo de “muñequitos” es sorna, claro. Volved a ver el video de la Comic Con. No son muñequitos. Son piezas de coleccionista. Piezas de arte. Figuras que valen cientos de dólares. Sumado todo son cientos de miles de dólares. ¿En serio en Marvel, DC, Pixar o Lucasfilm son tan gilipollas de dejar de ganar todo ese dinero? Si lo que quieren es inmolarse, pues perfecto. ¡Ayá ellos! Pero luego que no vengan con lloriqueos en plan: “Los fans son tóxicos, son unos racistas, son unos fóbicos de esto y lo otro”. No señores. No. Los fans no son tontos. Los fans no son el Joker de Heath Ledger que hace una pira con millones de dólares y le prende fuego solo para demostrar que el dinero le importa una mierda. No. La gente aprecia su dinero. Y si la gente se gasta su dinero en esas figuras de colección es porque aprecian o apreciaban la franquicia de turno. ¿Pero qué pasa si tu franquicia de repente se vuelve odiosa? ¿Te vas a gastar tu dinero en algo que te repugna, te desagrada, te disgusta o te fastidia? A eso se le llama masoquismo financiero. Y los fans no son unos putos enfermos mentales...

Enfermo mental como cierto CEO de Netflix, o cierto CEO de Disney, del que todavía no puedo hablar, pero de los que ya hablaremos cuando comiencen los arrestos. Arrestos con acusaciones muy serias. Pero ese es tema para otro momento y otro día...

Ya hablaremos de eso cuando toque.

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