viernes, abril 10, 2009

Pelis Chungas: Dragonball Evolution.

En la ya lejana década de los 90 recuerdo haber entrevisto, en las baldas del videoclub de mi barrio, lo que parecía ser la carátula de la adaptación cinematográfica en imagen real de Dragonball, y aunque aquello podía dar el pego visto desde lejos, en cuanto te acercabas y lo examinabas con detenimiento, enseguida te dabas cuenta del engaño. Aquello de Dragonball solo tenía el nombre. Aquél infraproducto no era más que un pastiche perpetrado en Hong Kong, protagonizado por un chino con un disfraz ridículo que pretendía ser Son Goku. Un plagio en toda regla perpetrado sin el consentimiento de Toriyama y que atufaba cosa mala. Recuerdo haber devuelto la caja de la cinta a la estantería con cara de asco y pensado: “así será de mala...”

Os cuento esta anécdota porque ayer mismo, aunque parezca mentira, salí del cine preguntándome si quizás aquel maldito pastiche chino de los 90 no tendría acaso más del espíritu de Dragonball, que el bodrio infecto que acababa de tragarme en pantalla grande. Y es que la cosa estaba más que cantada, Dragonball Evolution es un aborto malparido que no tiene ni una gota de sangre del sensei Toriyama corriendo por sus venas. Si hay que buscar parentescos, no me cabe ninguna duda de que este Son Goku encarnado por Justin Chadwik es descendiente directo de la unión bastarda entre el He-Man de los 80 protagonizado por el abominable Dolph Lundgren y el soldado Guile encarnado por el hierático Van Damme, en aquel pestiño que decían que era la adaptación de Street Fighter. Y no le busquen más vueltas. Cualquier parecido con el manga o el anime es pura broma. Y lo peor es ni siquiera es una broma graciosa (que eso es lo que peor llevo). Dragonball Evolution es una broma grotesca para el fan más otaku. Más de una vez dije en este blog que este Dragonball Evolution iba a ser la risión de lo mala que sería, pero no. Me he equivocado de cabo a rabo. Ni siquiera es risible. Ni siquiera es cutre. No te puedes reír de lo mala que es simplemente porque estas demasiado ocupado llevándote las manos a la cabeza ante el despropósito total que estás viendo. Dragonball evolution no tiene gracia. Ni en los supuestos momentos de comedia te puedes reír. Y no tienes ganas de reírte ni una sola vez porque... porque.. ¿cómo expresarlo claramente? Porque es mediocre. Es una completa medianía, una sosez, una peli regulera a más no poder. La película más prescindible de toda la historia del cine. Si ahora mismo desapareciera del mapa creo que absolutamente nadie la echaría en falta. Es tan sosa y regulera, que ni siquiera se merece el apelativo de peli chunga. ¡Dragonball Evolution es un insulto para el buen nombre de las pelis chungas!
¿Y saben qué es lo que más me jode de todo? ¡Qué tampoco tiene buenas escenas de acción! Aunque parezca mentira una peli de dibujos animados como Kung Fu Panda le da mil vueltas a este respecto. ¡Hay escenas de acción más emocionantes en Kung Fu Panda que en Dragonball Evolution, maldita sea! ¿Por qué Dios mío? ¿Por qué?

Sé lo que estaréis pensando llegados a este punto... que mi reacción es muy exagerada porque yo soy uno de esos fantalibanes otakus, que creció con Dragonball y que piensa que cualquier adaptación que no sea fiel al original en un ciento por ciento es una aberración. Y que por eso estoy tan mosqueado...

Pues bien, a los que estén pensando eso os propongo el siguiente ejercicio mental: supongamos por un momento que nunca hubiera visto el anime ni hubiera leído un solo manga en toda mi vida. Supongamos que no supiera absolutamente nada de nada de Japón, ni de la cultura otaku y que a mi el nombre de Son Goku me sonase a chino (nunca mejor dicho)... ¿hubiera cambiado en algo mi opinión respecto a Dragonball Evolution? Pues yo a eso les respondo que no. Pensaría exactamente igual o incluso peor. Me preguntaría porque razón alguien habría querido rodar ese guión que no tiene ni pies ni cabeza y que está completamente lleno de lagunas argumentales y sinsentidos. ¿Son Goku vino a la tierra con Piccolo? ¿Por qué Piccolo es verde y Son Goku no? ¿Y por qué razón Son Goku solo tiene dieciocho años si se supone que la invasión fue hace dos mil años atrás? ¿Y por qué Piccolo vuelve a estar libre si se supone que lo habían apresado? ¿Y qué leches pintan al final las bolas de dragón en toda esta historia? Aunque sin duda la pregunta que más me estaría atormentando en esos momentos sería: ¿De donde infiernos se han sacado a estos personajes tan esperpénticos, ridículos y lamentables, con esos nombres tan rematadamente estúpidos? Y es que esto es lo que pasa cuando intentas americanizar y resumir en apenas hora y media un manga shonen humorístico de varios cientos de capítulos. Que lo que en el original pretendía ser hilarante comedia, aquí se vuelve absurdo esperpento. Especialmente cuando lo rematas todo con lo que sin duda son los diálogos más imposibles y más gilipollas de toda la historia del cine. Para siempre jamás me atormentaran frases como: “¡Soy Goku! ¡Soy Ozaru! ¡Para ser uno debo ser dos!”; “No dejes que el Ozaru destruya el Goku que hay en ti.” o la que remata toda la farsa: “Las siete bolas han sido reunidas... ¡Prueba superada!”

Pues no Goku, no. No has superado la prueba... que lo sepas.

2 comentarios:

  1. Los diálogos no eran exactamente así, pero es que no los recuerdo bien. Desde que vi Dragonball Evolution sufro Alzheimer.

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  2. pues yo con esta peli he aprendido mucho ¿sabian que para lanzar el kamehameha hay que bailar primero el baile de la macarena? yo no lo sabia

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