Dirección: Steven Spielberg.
País: USA.
Año: 2008.
Duración: 125 min.
Género: Acción, aventura.
Interpretación: Harrison Ford, Karen Allen, Shia LaBeouf, Jim Broadbent, Cate Blanchett, Ray Winstone, John Hurt.
Guión: David Koepp y la papada de George Lucas.
Estreno en España: 22 de mayo de 2008.
A la hora de afrontar esta crítica me encuentro ante un dilema tremendo. ¿Soy benévolo con la última peli de Indy o por el contrario dejo que fluya toda la mala gaita y pongo a Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal a caer de un burro? El problema que se me plantea es porque a pesar de todos los despropósitos fílmicos que he visto en pantalla, Indiana para mí sigue siendo mucho Indiana y la nostalgia me puede. Y esa nostalgia me está poniendo una venda en los ojos que me impide ver lo realmente mala que ha sido esta película. Por un lado me digo que ha sido entretenida, que tenía las suficientes dosis de acción y de aventura requeridas o que en el fondo no ha sido tan terrible y las dos horas de duración se me han pasado en un pis-pas, pero es que por el otro lado tengo que sopesar todas las cosas ridículas y tremendas que me ha metido don Lucas a traición, como la impepinable escena de la nevera antinuclear, el momentazo Tarzán de los micos, las nefastas hormigas cgi arrastrando a un hombre adulto al interior de su hormiguero en plan marabunta o a todos y cada uno de los malditos planos en los que aparecen los malditos extraterrestres, que de buena gana borraría de mis recuerdos.¡Maldita sea! ¡Malditos sean los extraterrestres y maldita sea la papada de George Lucas! Es acordarme de la escena del platillo volante y vuelvo a ponerme de mala leche. Y yo como un panoli confiando en el buen hacer de Steven Spielberg... ¡Pues vaya! ¡Como para volver a fiarse! Pues lo siento mucho, pero se acabó el ser benévolo. Si esta peli en vez de ser de Indiana Jones fuera “Lara Croft y las calaveras marcianas” no tendría tantas dudas, ni tantos reparos y la pondría hecha un pingajo. Y es que esta película es un completo descalabro. Habrá gente que piense que tampoco es para tanto y que en el fondo la cuarta de Indy tampoco traiciona tanto el espíritu de la saga. A lo que yo respondo que las aventuras de Indiana tuvieron siempre presente el espíritu de los añejos pulp, pero lo que nunca tuvieron fue espíritu de serie B y este Indiana Jones es pura serie B pero de la mala, mala, mala, mala con ganas. Y la mejor prueba de ello es que todo en este Indiana Jones luce de lo más cutre en pantalla. Los efectos por ordenador quedan de lo más falso y los decorados del interior de los templos me han parecido puro cartón-piedra. No sé que leches habrán hecho con el presupuesto, pero no luce para nada en pantalla y esto en Indiana Jones te saca directamente de la película. Ya en el primer instante en que aparece un perrito de las praderas digital cantosamente artificial te das cuenta de que algo ha salido mal y que el resto no puede ser mejor. ¿Se puede saber que leches le ha pasado a ILM? En los 90 fueron capaces de engañarnos a todos con sus dinosaurios infográficos y ahora en pleno 2008 son incapaces de recrear a un puñetero perrito de las praderas que luzca creíble. ¿Y qué necesidad real había de meter bichos digitales con calzador? ¿Qué necesidad había de incluir efectos CGI en una peli de Indiana solo porque sí? Yo lo siento mucho, pero el ordenador le sienta a Indiana Jones como a un santo dos pistolas. Y exactamente lo mismo podríamos decir de los extraterrestres, los platillos volantes, bombas nucleares y demás imaginería de la guerra fría. ¿Por qué Steven no ha sido capaz de sacarle esa ridícula idea de la cabeza a Lucas en estos 20 años? ¿En serio que era o esto o nada?
El caso es que ya nada puede hacerse al respecto y lo hecho, hecho está. Y ahora como resultado tenemos un mal epitafio para el doctor Jones. Hace diez años habría firmado sin dudar por una saga a lo James Bond con una veintena larga de películas del arqueólogo explorador, pero ahora mismo y visto lo visto, estoy rezando porque no les dé por rodar una quinta película que termine de enfangar del todo la que fuera la más mítica saga cinematográfica de los 80.
En resumen: esta película no le llega ni a la suela de los zapatos de las tres anteriores.
Lo mejor: determinadas escenas de acción, como la persecución con jeeps por la jungla.
Lo peor: George Lucas y sus puñeteros marcianos. Los animalejos por ordenador. La nevera anti-bombas nucleares. Shia Labeouf haciendo el mico por la selva. Pero sobre todo el personaje de Irina Spalko, la villana menos villana de toda la historia del cine. ¿Y he dicho ya los malditos marcianos?
¿En serio que en todos estos últimos 20 años no han encontrado otro argumento mejor?
País: USA.
Año: 2008.
Duración: 125 min.
Género: Acción, aventura.
Interpretación: Harrison Ford, Karen Allen, Shia LaBeouf, Jim Broadbent, Cate Blanchett, Ray Winstone, John Hurt.
Guión: David Koepp y la papada de George Lucas.
Estreno en España: 22 de mayo de 2008.
A la hora de afrontar esta crítica me encuentro ante un dilema tremendo. ¿Soy benévolo con la última peli de Indy o por el contrario dejo que fluya toda la mala gaita y pongo a Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal a caer de un burro? El problema que se me plantea es porque a pesar de todos los despropósitos fílmicos que he visto en pantalla, Indiana para mí sigue siendo mucho Indiana y la nostalgia me puede. Y esa nostalgia me está poniendo una venda en los ojos que me impide ver lo realmente mala que ha sido esta película. Por un lado me digo que ha sido entretenida, que tenía las suficientes dosis de acción y de aventura requeridas o que en el fondo no ha sido tan terrible y las dos horas de duración se me han pasado en un pis-pas, pero es que por el otro lado tengo que sopesar todas las cosas ridículas y tremendas que me ha metido don Lucas a traición, como la impepinable escena de la nevera antinuclear, el momentazo Tarzán de los micos, las nefastas hormigas cgi arrastrando a un hombre adulto al interior de su hormiguero en plan marabunta o a todos y cada uno de los malditos planos en los que aparecen los malditos extraterrestres, que de buena gana borraría de mis recuerdos.¡Maldita sea! ¡Malditos sean los extraterrestres y maldita sea la papada de George Lucas! Es acordarme de la escena del platillo volante y vuelvo a ponerme de mala leche. Y yo como un panoli confiando en el buen hacer de Steven Spielberg... ¡Pues vaya! ¡Como para volver a fiarse! Pues lo siento mucho, pero se acabó el ser benévolo. Si esta peli en vez de ser de Indiana Jones fuera “Lara Croft y las calaveras marcianas” no tendría tantas dudas, ni tantos reparos y la pondría hecha un pingajo. Y es que esta película es un completo descalabro. Habrá gente que piense que tampoco es para tanto y que en el fondo la cuarta de Indy tampoco traiciona tanto el espíritu de la saga. A lo que yo respondo que las aventuras de Indiana tuvieron siempre presente el espíritu de los añejos pulp, pero lo que nunca tuvieron fue espíritu de serie B y este Indiana Jones es pura serie B pero de la mala, mala, mala, mala con ganas. Y la mejor prueba de ello es que todo en este Indiana Jones luce de lo más cutre en pantalla. Los efectos por ordenador quedan de lo más falso y los decorados del interior de los templos me han parecido puro cartón-piedra. No sé que leches habrán hecho con el presupuesto, pero no luce para nada en pantalla y esto en Indiana Jones te saca directamente de la película. Ya en el primer instante en que aparece un perrito de las praderas digital cantosamente artificial te das cuenta de que algo ha salido mal y que el resto no puede ser mejor. ¿Se puede saber que leches le ha pasado a ILM? En los 90 fueron capaces de engañarnos a todos con sus dinosaurios infográficos y ahora en pleno 2008 son incapaces de recrear a un puñetero perrito de las praderas que luzca creíble. ¿Y qué necesidad real había de meter bichos digitales con calzador? ¿Qué necesidad había de incluir efectos CGI en una peli de Indiana solo porque sí? Yo lo siento mucho, pero el ordenador le sienta a Indiana Jones como a un santo dos pistolas. Y exactamente lo mismo podríamos decir de los extraterrestres, los platillos volantes, bombas nucleares y demás imaginería de la guerra fría. ¿Por qué Steven no ha sido capaz de sacarle esa ridícula idea de la cabeza a Lucas en estos 20 años? ¿En serio que era o esto o nada?
El caso es que ya nada puede hacerse al respecto y lo hecho, hecho está. Y ahora como resultado tenemos un mal epitafio para el doctor Jones. Hace diez años habría firmado sin dudar por una saga a lo James Bond con una veintena larga de películas del arqueólogo explorador, pero ahora mismo y visto lo visto, estoy rezando porque no les dé por rodar una quinta película que termine de enfangar del todo la que fuera la más mítica saga cinematográfica de los 80.
En resumen: esta película no le llega ni a la suela de los zapatos de las tres anteriores.
Lo mejor: determinadas escenas de acción, como la persecución con jeeps por la jungla.
Lo peor: George Lucas y sus puñeteros marcianos. Los animalejos por ordenador. La nevera anti-bombas nucleares. Shia Labeouf haciendo el mico por la selva. Pero sobre todo el personaje de Irina Spalko, la villana menos villana de toda la historia del cine. ¿Y he dicho ya los malditos marcianos?
¿En serio que en todos estos últimos 20 años no han encontrado otro argumento mejor?
Te doy toda la razon.
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