lunes, mayo 07, 2007

Parker Malote.

¿Cómo sabemos que Parker se nos ha vuelto malote? Pues lo sabemos porque:

  1. Se peina con un flequillo grasiento.
  2. Se pone borde con el casero.
  3. Hace muecas y carotas mientras habla por teléfono con Mary Jane.
  4. Se come todas las galletas de la vecinita sin darle las gracias, ¡el muy canalla!
  5. Le hace cucamonas a las chatis por la calle.
  6. Sin venir a cuento sufre ataques repentinos de la fiebre del sábado noche. ¡Tony Manero no está muerto, señoras y señores!
Lamentable.

Disculpen que siga machacando con el mismo tema, pero es que todavía sigo impactado por la visión de las imágenes en las que sale Tobey Maguire haciendo el panoli y creo que va a costarme un tiempecito el poder olvidarlo todo...

¿No creen que habría bastado con la escena en que le mete un revés a Mary Jane para darnos todos cuenta que Parker se estaba volviendo chungo? ¡Nos habríamos ahorrado un buen montón de escenitas ridículas! ¿En que cuernos estaría pensando Sam Raimi cuando decidió filmar tal descalabro? A lo mejor algún día nos lo cuenta en los extras del DVD. En fin... mejor dejarlo estar.

¡Jo! Y yo que acudí al cine creyéndome de veras que esta vez la peor batalla de Parker se libraría por dentro... ¡para que te fíes tú de los trailers! Bueno, una cosa sí que era cierta: Peter es su peor enemigo, fijo.

Y como diría Stan Lee: “Esto era todo lo que tenía que decirles.”

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